Trabajo como psicóloga en un Centro de Inserción Social, donde están ingresadas personas condenadas a pena de prisión en régimen de semilibertad. Hace unos días me reincorporé al trabajo después de mi baja por maternidad y me encontré con que había ingresado una mujer condenada por matar a su bebé.
Quería contaros que gracias a la divulgación que habéis hecho sobre la psicosis puerperal pude identificar, después de leer sentencia, informes y sobre todo conocerla y evaluar su caso, que fue eso exactamente lo que le ocurrió.
Gracias a ello he podido informar al resto del equipo y valoramos su riesgo de reincidencia como bajo, de forma que saldrá en unos días en libertad condicional podrá estar nuevamente con su familia, pudiendo vivir el duelo ya en casa. Tendrá seguimiento y apoyo por nuestra parte, además de por sus profesionales de salud mental, pero ya no estará ingresada en un centro penitenciario.
Me parecía que era importante que supierais que en muchas ocasiones dejas una semilla que finalmente germina en la vida de otras personas, como ha sido este caso. Como bien dices en tu artículo, es importante que las personas que trabajamos con madres tengamos conocimiento de estos procesos patológicos, y en prisiones hay centros de mujeres, módulos de familias, de madres con sus hijos, unidades de madres… y no en todos estos lugares hay un psiquiatra que nos pueda orientar. Por el momento en mi centro ya lo conocen, seguiremos tratando de mejorar las cosas.
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