Un estudio de la Universidad de Bonn encuentra que si el parto se entiende como un proceso natural, es menos probable que se produzcan complicaciones.

La actitud y las creencias de las mujeres embarazadas pueden influir en el proceso de parto. Así lo explican psicólogos de la Universidad de Bonn en un estudio longitudinal con alrededor de 300 mujeres desde la primera mitad del embarazo hasta los seis meses tras el parto sobre sus actitudes, suposiciones y experiencias. Las mujeres que ven el parto como un proceso natural tienen menos probabilidades de necesitar analgésicos o una cesárea. Los resultados se publicaron el pasado mes de marzo en la European Journal of Social Psychology.

Dar a luz puede percibirse por las embarazadas como un proceso natural o como un evento médico. “Depende de la mentalidad”, decía la Dra. Lisa Hoffmann del Departamento de Psicología de la Universidad de Bonn en una entrevista en ErakAlert! Para la experta, la mentalidad se puede entender como una especie de lupa que guía nuestra percepción del mundo que nos rodea y puede influir en nuestro comportamiento. Esto significa que el parto es visto como un proceso que la mujer que da a luz puede manejar sin asistencia médica, con algunas excepciones. O, por el contrario, el parto puede ser percibido como un evento de riesgo que requiere supervisión e intervención médica, como cesárea, alivio del dolor y episiotomía.

Importancia de los factores psicológicos

El estudio destaca la importancia de los factores psicológicos en el parto. La mentalidad de la futura madre puede tener un efecto sobre si es más probable que el nacimiento sea de baja intervención o rico en intervención. Las mujeres que vieron el parto como un proceso natural necesitaron menos intervención médica durante el parto y, como resultado, tuvieron una experiencia de parto más positiva después del parto. Semanas después, mostraron niveles más bajos de depresión o estrés postraumático.

Mediante una encuesta online, se preguntó a los participantes del estudio sobre la ansiedad, la autoestima y la autoeficacia, así como sobre su forma de pensar, durante el embarazo. Unas semanas antes del nacimiento, los investigadores también verificaron si había algún riesgo para el embarazo y dónde se realizaría el parto. En la primera semana después del parto, las preguntas se centraron en la experiencia subjetiva del parto y si se realizaron intervenciones médicas.

Como parte de la encuesta diaria, las participantes también completaron un breve cuestionario en su teléfono inteligente todos los días durante algunas semanas y luego semanalmente, cubriendo temas como su bienestar y la lactancia. Alrededor de ocho semanas después del nacimiento, la atención se centró en la presencia de síntomas de depresión o estrés postraumático. La encuesta final en línea se realizó seis meses después de la entrega. El enfoque aquí estaba en el vínculo madre-hijo.

Otros factores para una experiencia de parto positiva

Pese a la importancia de esa mentalidad de la que hablan los investigadores, este no puede ser el único factor que prediga el vínculo con el niño seis meses después del nacimiento, ya que hay otros factores. Según el modelo de los psicólogos, la mentalidad tiene un efecto sobre el curso del trabajo de parto y el nacimiento. Cuando hay menos intervenciones médicas durante el parto, el resultado es una experiencia de parto más positiva. Esto a su vez afecta el bienestar de la madre y el niño. Y todo esto junto, si es positivo, puede crear un vínculo madre-hijo más seguro.

“Sin embargo, esto no significa que haya una mentalidad ‘buena’ (natural) y ‘mala’ (médica)”, afirma la psicóloga. El objetivo, dice Hoffmann, debe ser, por lo tanto, apoyar a las mujeres en edad fértil en sus diferentes mentalidades y permitirles tener una experiencia de parto positiva y autodeterminada.

Para evitar que las mujeres experimentan el embarazo y el parto como un estrés extremo es importante una buena preparación para el parto. Sin embargo, la medida en que se pueden cambiar las mentalidades como un posible punto de partida aún no se ha probado suficientemente empíricamente, según Hoffmann. En estudios posteriores, le gustaría investigar con más detalle el vínculo entre la mentalidad y el nacimiento como una especie de profecía autocumplida.

  • Artículo completo en: Lisa Hoffmann, Norbert Hilger, Rainer Banse: La mentalidad del nacimiento predice los resultados del nacimiento: Evidencia de un estudio longitudinal prospectivo, European Journal of Social Psychology, DOI: 10.1002/ejsp.2940
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