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Por Iliana Paris, psicóloga perinatal
Es bien sabido que el embarazo, el parto y el postparto son períodos de cambios considerables que requieren de reajustes en la relación de pareja. Se trata de un momento de crisis vital en el que la relación que una pareja tiene, así como también la relación que construyen con el bebé durante el postparto, ayuda a establecer las bases para el desarrollo de un apego seguro por parte del bebé. A menudo, en la mejor de las circunstancias, el establecimiento de estas bases puede ser difícil; cuando hay problemas de salud mental perinatal, el reto puede ser aún mayor.
Poco a poco se ha ido incrementando la comprensión del impacto de los problemas de salud mental perinatal en la madre, sin embargo, hay poca información sobre el impacto que dichas dificultades pueden generar en las parejas, o en la relación que ellos establecen con el bebé y la madre.
Un estudio realizado en el Reino Unido en el año 2018[1]se centró en investigar cómo fue la experiencia de 9 padres cuyas parejas desarrollaron una Psicosis Postparto, y el impacto que la misma tuvo en sus vidas y en sus relaciones. Los datos se obtuvieron a través de la realización de cuestionarios y de entrevistas a profundidad. En este post queremos explicaros algunos de sus hallazgos.
El primer sentimiento expresado por las parejas fue el de pérdida.Desde la pérdida de las expectativas que se habían hecho sobre la llegada de su bebé, hasta la sensación de pérdida de la relación de pareja; la pérdida física y el dolor emocional debido a la separación cuando hubo ingresos de por medio, y sentimientos de que la vida se detiene. De la misma manera, los padres describían la Psicosis Postparto como una experiencia traumática debido a que, en algún momento, sintieron la amenaza de perder a su pareja y a su bebé.
El segundo elemento que se reveló en este estudio fue el de sentirse desempoderados. Los padres expresaron sentirse impotentes, con una total falta de control, y mucha incertidumbre que fue aumentando a medida que el episodio psicótico se iba instalando en las madres. Se sentían sobrecogidos y, en general, desconocían qué era lo que estaba yendo mal, cómo ayudar a sus parejas, o si éstas se pondrían bien. Uno de los aspectos sobre los que pusieron especial énfasis fue su sensación de exclusión y el no ser escuchados por los profesionales sanitarios, aumentando sus sentimientos de impotencia.
Para lidiar con la situación, muchos padres acabaron convirtiéndose en “especialistas” en Psicosis Puerperales como mecanismo para comprender lo que le sucedía a sus parejas, y responder a preguntas que los profesionales no les habían contestado.
Un tercer elemento que salió a relucir fue la necesidad de hipotetizar o teorizar sobre porqué su pareja había desarrollado una psicosis postparto. Estas hipótesis incluían dificultades en el postparto como la falta de sueño, agotamiento, problemas en el establecimiento de la lactancia y presiones relacionadas con la capacidad de maternar. Otras hipótesis estaban relacionadas con la experiencia del parto como haber tenido un parto difícil, cambios inesperados en el plan de parto, o la sensación de pérdida de control durante el proceso de parto. Un elemento significativo fue la percepción de que el retraso en dar con el diagnóstico y el tratamiento apropiado fue muy importante en el desarrollo o empeoramiento de los síntomas de sus parejas.
Al mismo tiempo, expresaron haber tenido dificultades para acceder al cuidado que las madres requerían.Esto incluía el fallo de los profesionales sanitarios en identificar adecuadamente cuál era el problema, la falta de empatía por parte de los servicios de atención primaria, y la falta de consistencia y comunicación entre los mismos sanitarios. En este sentido, los padres referían no haber sido escuchados, ni individualmente, ni como pareja, por los profesionales y que sólo se les escuchó en el momento en que las madres llegaron a un punto crítico. De igual modo, no hubo ninguna indagación, por parte de los profesionales, sobre su propio estado emocional, sus necesidades, o ningún ofrecimiento de ayuda.
Los padres de este estudio reclaman que se realicen algunos cambios, por ejemplo: aumentar el número de Unidades Madre-Bebé, incrementar la sensibilización de la psicosis postparto entre los profesionales de atención primaria, así como también la educación de las parejas sobre la psicosis puerperal, aumentar el apoyo que se les ofrece, y ayudar a las parejas a ser conscientes sobre la psicosis postparto durante el período del embarazo.
La mayoría de los padres pudieron reconocer algunos cambios positivos que se dieron a partir de la psicosis postparto, incluyendo un aumento de la empatía y la comprensión hacia los asuntos de la salud mental en general. A un nivel más personal, algunas parejas han expresado que su relación se ha fortalecido y que ahora se dan más apoyo mutuo; así como también los padres han tenido la oportunidad de desarrollar un vínculo más estrecho con sus hijos y han resignificado algunas de sus prioridades.
Este estudio concluyó que es necesario atender de una manera más apropiada las necesidades de las parejas de las mujeres que sufren psicosis postparto. Se colocan muchas expectativas en ellos como aliados en el tratamiento de sus parejas, sin embargo, se falla en escuchar sus necesidades y se les excluye de los cuidados que la madre requiere, lo cual aumenta su sensación de desempoderamiento.
La falta de una comunicación clara y consistente por parte de los profesionales sanitarios tiene varias consecuencias, siendo la más grave la desconfianza que se genera en la pareja debido a haber recibido previamente información errada sobre la condición de la madre, lo cual le dificulta el creer que la misma tendrá una evolución favorable.
El rol de los padres en la recuperación de la psicosis puerperal es muy significativo, con lo cual cualquier plan educativo por parte de los profesionales sanitarios debe tener presente la necesidad de involucrarlos, escucharlos, y de estar atentos a sus necesidades psicológicas.
De la misma manera, las campañas cuyo objetivo son los futuros padres deberían informar sobre los signos de dificultades en salud mental perinatal y sobre cómo buscar ayuda como una herramienta para aumentar la concientización de la población en general.
[1]Holford, N.; Channon, S.; Heron, J.; y Jones, I. “The impact of postpartum psychosis on partners”. BMC Pregnancy and Chilbirth. (2018) 18:414